Desde en senado, la Comisión de Relaciones Exteriores llama a cesar deportaciones masivas y propone respaldo directo a connacionales en EE.UU.
Ante el endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos, el Senado de la República, a través de su Comisión de Relaciones Exteriores América Latina y el Caribe, emitió un posicionamiento en defensa de los derechos de las personas migrantes, particularmente de origen latinoamericano y caribeño.
Durante una sesión virtual, las y los integrantes de la comisión —presidida por el senador Félix Salgado Macedonio— condenaron las medidas que promueven la persecución, separación familiar y trato indigno hacia quienes se encuentran en situación migratoria irregular. Subrayaron que estas acciones vulneran derechos humanos fundamentales y generan condiciones inhumanas en centros de detención o durante procesos de deportación.
El pronunciamiento también recordó que México ha mantenido una política migratoria basada en el respeto y la cooperación, sin recurrir a prácticas que criminalicen la movilidad humana. Por ello, hicieron un llamado a ambos gobiernos, mexicano y estadounidense, para reemplazar los enfoques punitivos por una estrategia conjunta que priorice la dignidad y el debido proceso para los migrantes.
La comisión respaldó la postura firme y diplomática de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo frente a las actitudes hostiles del presidente estadounidense, Donald J. Trump. Señalaron que México ha demostrado voluntad de cooperación en temas binacionales como el tráfico de armas, drogas y personas, por lo que exigieron reciprocidad y respeto.
Como parte de las acciones propuestas, las y los legisladores plantearon establecer una comisión plural integrada por senadores y diputados que pueda acudir directamente a Estados Unidos para fortalecer el vínculo con los migrantes mexicanos y brindar acompañamiento desde el Congreso.
Además, propusieron intensificar el diálogo con la Secretaría de Relaciones Exteriores, embajadas y consulados mexicanos, a fin de garantizar asistencia y protección consular a quienes enfrentan procesos migratorios.
Desde el Senado, la consigna fue clara: defender a las y los migrantes, rechazar su criminalización y reforzar los canales diplomáticos para construir una política migratoria más justa y humana.